Cómo limpiar una campana extractora de acero inox

Como todos sabemos, la limpieza es una parte fundamental de toda maquinaria de hostelería.

Entre nuestros hábitos de limpieza más evidentes entra el limpiar bancos, utensilios, suelo… incluso hornos y microondas. Esto se debe a que son los espacios donde más claramente vemos la suciedad. Sin embargo, las campanas extractoras son unos de los mayores olvidados en las rutinas de limpieza. Hemos de recordar que, a pesar de que su función sea la de extraer humo y olores de nuestra cocina, estos aparatos reciben constantes salpicaduras de comida y grasas que los ensucian. Las campanas extracxtoras a menudo acumulan gran cantidad de bacterias.

Bien trabajes en un bar, restaurante, cocina industrial, o busques información para tu hogar, hoy queremos compartir con vosotros la mejor manera de mantener perfecta tu campana de acero inoxidable.

Cómo limpiar una campana extractora

1. Desconéctala
2. Desmonta cualquier parte que te sea posible, así será más fácil
3. Retira la suciedad gruesa con un paño húmedo
4. Para el exterior: utiliza quita grasas o lavavajillas aplicados con esponjas suaves
5. Para el interior: emplea un año con desengrasante. No lo humedezcas en exceso y ten cuidado de no rociar el motor
6. Darle brillo al inox: Usa una solución casera de bicarbonato, agua y limón.

Cómo limpiar los filtros de la campana extractora.

 Los filtros son una parte muy importante de nuestra campana extractora que a menudo se obstruyen por grasas y polvo. Además de afectar al funcionamiento del aparato, estos restos de suciedad se pueden desprender y caer sobre nuestros alimentos. Por ello es importantísimo mantenerlos limpios.

 A continuación os desvelamos la mejor manera de mantener limpios los filtros de vuestra campana extractora:

• Desmóntalos y rocíalos con abundante producto antigrasas. Puedes usar el mismo que empleas en la parte exterior de la campana extractora.
• Deja el producto actuar durante unos 10 o 20 minutos.
• Quita con un paño húmedo toda la suciedad gorda y frota con un cepillo para eliminar los restos más pequeños
• Aclara con abundante agua y deja secar al aire. 

Trucos para mantener perfecta tu campana extractora inox:

• No dejes que la suciedad de acumule. Lo ideal es pasarle un trapo húmedo después de cada sesión de cocina. Así nos evitaremos los pesados “atracones de limpieza” por acumulación de grasas.
• Limpia siempre en el sentido del pulido: Fíjate bien en el sentido del pulido y limpia en esa dirección para conseguir una limpieza más profunda y evitar las marcas.
• Espera a que la campana esté apagada y fría para limpiarla
• No uses papel de cocina: No te ayudará a dejar tu campana extractora industrial o casera limpia. Usa mejor una bayeta de micro fibra o utiliza paños de algodón.
• Primero y más importante: ¡NUNCA UTILICES UN ESTROPAJO! Los estropajos pueden dañar la superficie del acero inoxidable y dejar marcas y ralladuras. Mejor utiliza un trapo suave o un trozo de tela vieja.
• No uses Aceite para abrillantarla: puede sonar extraño pero es muy común usar aceite para dejarla brillante. ¡Error! Mejor usa un producto específico para abrillantar, pero no añadas más grasa a una superficie limpia.
• No uses lejía ni amoníaco: Desinfectan, sí, pero son químicos demasiado potentes y abrasivos que matarán el brillo del acero inoxidable.
• No uses la fuerza: fritar con fuerza solo te agotará y dañará la superficie. Lo mejor es usar productos para disolver la grasa.

Imprescindible: Tener una buena turbina y caja de extraccción.

los mejores productos para limpiar el acero inoxidable:

• Usa un buen spray quita grasas: usar productos específicos es siempre eficiente. Aplica el producto directamente sobre la superficie y frota suavemente con una esponja con agua caliente. Aclara bien y seca con un paño limpio.
• Lavaplatos o lavavajillas: úsalo diluido en agua caliente para fritar la superficie con una esponja suave. Aclara la superficie y seca con un paño limpio. Puedes sustituir el lavavajillas por vinagre.
• Para abrillantar: Usa una solución en agua de bicarbonato con un chorro de limón. Aplícala por el exterior, déjala reposar unos minutos y aclara con abundante agua. Por último seca la superficie con un paño limpio.

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